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Nebdacta.

El reflejo de la luz sobre mis párpados me indica que ya es de día, abrirlos como la primera vez que desperté de un largo sueño me ha sido algo complicado. Resulta que mientras lo algo, el continuo chasquido de un aleteo acecha mi oído izquierdo, y poco a poco, el panorama se aclara no mucho del color y forma que yo quisiera, ni siquiera de cerca se parece a algo que haya visto antes.

Al fondo en dirección recta hacia mí, un camino interminable dirigido hacia la oscuridad de un pantanoso clima de vegetación abundante, con cuerdas de algo parecido a árboles entrelazándose en mis pies, y el miedo a no saber lo que me espera. Al voltear mi rostro hacia arriba, el brillante amarillo de un cielo repleto de bichos alados y bípedos me hace recordar a las hadas de algún cuento infantil.

El que osaba abusar de mi escucha no era otro más que de esos, ya bien visto de cerca, más parecido a reptil que a una ave; tuve que ponerle un nombre, "Zumner" me pareció lo más semejante al ruido emitido por sus pequeñas fauces. Me encontraba en medio de un lugar que en mi vida había visto jamás. Quería hacer algo, y ese algo era salir inmediatamente de ahí.

Los bichos aparentemente se dirigían a la oscuridad. Después de comprobar que no querían hacerme ningún daño los seguí sigilosamente por el camino hacia la oscuridad. Mientras libraba las lianas en mis pies, los húmedos arbustos ubicados a mis costados me guiaban por el interior del camino, al llegar, un par de cientos de metros adelante de mi origen, los zumners ingresaban por delgada rendija diseñada en lo que parecía una pared inmensa de tierra. Me asomé mientras los veía cruzar; del otro lado, la iluminación se tornaba de amarillo a cobriza y bichos de mayores dimensiones deambulaban de un lado para otro, hablo de seres de al menos tres metros de altura con dos piernas y cuerpos viscosos.

Los zumners comenzaron a rodear a uno de esos especímenes cual abejas al panal, instantes después, un par de brillantes círculos blancos apuntaban en mi dirección, acompañados de ese hocico retorcido y piel verdosa dignos de un caimán erecto.

No sentí miedo. Habrá quien piense que debí correr en el momento, pero fue tal mi impacto que simplemente mis piernas no reaccionaron, no las pude mover, me sumí en mi propia presencia y escuché, desde mi interior un lejano "hola" proveniente de no sé dónde. "Soy Harsok y ellos son mis hermanos; somos una familia de nebdactanos encargados de gobernar este mundo y protegerlo de los males que lo acechan, bienvenido a Nebdacta, tú debes ser el profeta que vio lo que ha de ser". Todo eso mientras me observaba detenidamente desde el otro lado del muro.

Jamás había hablado conmigo mismo en otra voz. De hecho, sabía que no había sido yo quien lo dijo, pues de alguna manera tuve que haber interpretado lo que ese personaje quiso decirme. El sentirme confortable habiendo escuchado lo que escuché ayudó a impulsar mis ganas de arrancar cual cáscara los pliegues del muro que me separaba de aquella especie.

Al terminar estaba yo, y junto a mí, a escasos pasos de distancia, un ser de dimensiones que duplicaban las mías y aspecto de algo a lo que en mi infancia debí tener miedo pero que no sentía nada en ese momento. "¿Qué hago aquí?" Dije para mis adentros, "Vienes a rescatarnos, nos están matando", dijo Harsok mientras con un ademán de alas me invitaba a seguirlo a algo parecido a un nido de pájaro en forma de cueva ubicado en el pedazo de terreno libre de vegetación y al que, los otros quince seres enormes habían entrado ya.


Spacedreamer IV

Por
Nebdacta. El reflejo de la luz sobre mis párpados me indica que ya es de día, abrirlos como la primera vez que desperté de un largo sueño ...
Explosión.

El clustcoop había mostrado un fallo de seguridad, la pasta electrolítica combinada al circuito interno presentó un rezago de microcombustión debido a la velocidad de procesamiento del robot al reflejo del sol. La radiación y el enfoque realizaron su trabajo, el problema aquí es que ningún servbot se dignó a revisar la parte posterior del clustcoop mientras realizaban labores rutinarias de limpieza y llamar para mantenimiento antes de que esto constituyera una falla mayor.

Según se me avisó, el asunto por el que me llamaron fue sobrecalentamiento y ruido producido en los arneses externos al edificio. La experiencia en el ramo y la intuición me fallaron al ponerme a indagar la estructura del edificio antes de la unidad central de procesamiento.

Apenas hube abierto la habitación, aprecié el zumbido proveniente del sistema, así que me acerqué y encendí la terminal para comandar el diagnóstico básico; todo funcionaba perfectamente. El destello me produjo encandilamiento, la cabeza y el cuerpo me dolían; intenté aproximarme a la puerta, pero el sórdido impacto me empujó al suelo al cabo de la explosión mayor.

Imposibilitado de cuerpo, ahora me encuentro en un centro de recuperación, en pleno bloque ausente, donde no había estado antes desde los tres años que abandoné este lugar. Estoy pegado a un conjunto de tensores y mangueras que son lo que mantiene mi espalda en una posición firme, debo mencionar que tengo prohibido abandonar las instalaciones internas pues los medbot analizan supuestos percances internos experimentados por mi cuerpo a partir de la explosión nuclear prácticamente junto a mi persona, inspeccionan y registran principalmente el hecho de que siga con vida.

Las mangueras me alimentan, mi dieta se basa en semillas que poco se entrometan con el estudio general. Es incómodo habitar con estos artefactos en el cuerpo, además me siento inútil para trabajar programando cualquier cosa; en el bloque ausente están obligados los ciudadanos a mantenerse alejados de los dispositivos electrónicos.

Es asfixiante saber todo lo que experimentan en mí, llevo unas horas en el lugar y ya deseo salir huyendo; lo peor de todo es que desde que tomé un ordenador en mis manos, jamás había estado distante de uno por más de un día, es una sensación compleja de explicar; nunca me sentí un experto para la programación, pero hoy que me entero de las carencias de este bloque pienso en todas las cosas con las que podría ayudar a facilitar la vida en este lugar y para las que muchos de los aquí presentes podrían servir también.

En el centro de recuperación además de enfermos terminales habitan héroes de guerras, mandatarios criogenizados, ancianos que en algún momento de su vida fueron importantes al servicio de la Nube, celebridades sobrevivientes que impulsaron a la lucha en favor de los bloques. La gente se ve bien, no se ven estragos de impaciencia en ellos, es como si no se dieran cuenta de lo tedioso que es estar aquí, incluso peor, como si hubieran intervenido quirúrgicamente en ellos para evitar que recordaran algo del exterior.

Llegó la hora de dormir, mi habitación no es otra cosa que la sala de recuperación en la que me extirparon la columna; ingresé aquí por la escotilla superior acompañado por el medbot que realiza cálculos finales, mientras me conecta a la cama que funciona como un magneto de gran tamaño absorbiendo mi energía, me siento exhausto, desfallezco.


Spacedreamer III

Por
Explosión. El clustcoop había mostrado un fallo de seguridad, la pasta electrolítica combinada al circuito interno presentó un rezago de m...
Despertar.

El fuerte zumbido en los oídos, la mirada borrosa, el cuerpo adolorido, la espalda inmóvil; el sabor amargo en la garganta apenas permite pasar saliva, el miedo está presente ante lo ocurrido, es ilógico no poder recordar nada.

El cuerpo circular flotante con aspecto de ojo proveniente de la máquina rectangular pegada al cristal que se encuentra en frente me sorprende, me inspecciona de arriba a abajo como intentando localizar nada; mi cuerpo inerte y desnudo no hace por cubrirse o rechazar lo que intenta el aparato.

Se aproxima a mí, liberando una sustancia espesa en forma de gas de color magenta y en un instante lo único que percibo es un inmenso dolor rectal al sentir algo como un tentáculo penetrarme. A pesar de ser un terrible dolor, no soy capaz de pronunciar ni un sonido, ni una queja, ni un grito; simplemente me quedo sin saber de mí, mis ojos se entrecierran, y me vence el cansancio.

Abro los ojos, me encuentro en una habitación circular de un blanco intenso, sobre una cama flotante girando lentamente. Encima de mí, a dirección del techo, una escotilla se abre y de ella aparece otra cámara en forma de ojo en la esfera flotante, ahora sí puedo determinar lo que es, un medbot está señalando hacia mi cuerpo; sigo sin capacidad de mover un dedo.

La última vez que un medbot me analizó acababa de caer del cuello de un savedroid, un robot guarda de seguridad que había fallado en su programación al quedar encerrado en un círculo magnético provocado por una diminuta explosión causada por un pequeño corto circuito.

Aquella vez me rompí las piernas, y el proceso de sanidad fue prácticamente rápido, durante quince minutos los tentáculos del medbot se incrustaron en mis rodillas e hicieron una operación de reconstrucción ósea microelectrónica; con lo que a partir de ese momento tuve piernas mecanizadas.

El láser del medbot se encuentra escaneando mi piel, a cinco centímetros de distancia. Los brazos biónicos del artefacto volador giraron mi cuerpo sin yo poder hacer nada por evitarlo, consigo sentir un dolor leve en el centro de mi espalda, el bisturí ha terminado su trabajo; de momento, siento como todo mi cuerpo pierde la posición y se hunde en la cama flotante, me han extraído la columna vertebral.

Nací en el bloque ausente, a los tres años de edad mostré cualidades tecnológicas y fui enviado a ese bloque. Ahora me dedico a programar robots, analizar y solucionar los problemas de los mismos.

Me dieron la tarea de reparar un clustcoop, que es una máquina rectangular de color grisáceo de aproximadamente un metro cuadrado, con capacidades de procesamiento suficientes para solucionar las necesidades de una nación de antaño en segundos.


Spacedreamer II

Por
Despertar. El fuerte zumbido en los oídos, la mirada borrosa, el cuerpo adolorido, la espalda inmóvil; el sabor amargo en la garganta apen...
Prólogo.

Situados en la era de la tecnología, en un tiempo en el que la totalidad de naciones del planeta tienen acceso a Internet, no hay distinción de razas, políticas o religión; todos los seres humanos fungen su tarea de brindar energía al globo y los medios para que la armonía humana continúe en activo, la economía mundial está basada en la cantidad de energía que producen restando la cantidad que consume la gente.

En un ambiente así, no hay espacio para la hostilidad; la competencia ha quedado de lado y la unión de las masas ha provocado que todos aquellos físicamente capaces puedan servir al gobierno. La nación Terrestre se encuentra dividida en tres grandes bloques de capacidad: El bloque económico, el bloque tecnológico y el bloque ausente.

El bloque económico está conformado por aquellas personas que al no nacer con capacidades tecnológicas se ocupan de los trabajos físicos de menores rangos, como el generar energía con movimientos, investigar medicamentos, explorar zonas de explosión nuclear, entre otros conceptos.

Al bloque tecnológico pertenecen aquellas personas que tras varias pruebas desde pequeños demuestran capacidades de manipulación de herramientas tecnológicas, como equipos de cómputo, robots, simulación, y otras labores. Su principal zona laboral se encuentra en la ejecución de proyectos que faciliten el trabajo del bloque económico.

El bloque ausente es aquel grupo de personas que carecen de capacidades para desempeñar labores tanto tecnológicas como físicas; se dedican principalmente a descansar. Algunas de las personas que se encuentran en este bloque son los infantes y los ancianos, además de personas que al haber sufrido accidentes han quedado imposibilitados.

Cada bloque tiene un conjunto de cinco representantes humanos elegidos mediante democracia por sector y a su vez todos sirven a un gobierno internacional central auspiciado por un conjunto enorme de computadoras conocido como Nube. Los bloques también se ubican físicamente en lo que anteriormente se conocía como continentes, quedando el bloque económico conformado por lo que una vez fue América, Antártida, África y Asia, el bloque tecnológico ubicado en lo que se llamaba Europa y el bloque ausente en la antigua Oceanía.

Después de la gran guerra nuclear que terminó por la destrucción y devastación mutua de las potencias mundiales de Estados Unidos, Rusia, China, Canadá, Alemania, Japón, Francia, Brasil, Reino Unido y Países Bajos; el núcleo político de la entonces Organización de Naciones Unidas en conjunto con los grandes científicos del CERN y las poderosas entidades bancarias ubicadas en la antigua Suiza convocaron una reunión de líderes supervivientes que propusieron iniciar ahí lo que sería el nuevo gobierno Terrestre y consiguientemente nombraron así al planeta entero.

Las guerras, el hambre y los males de la población general terminaron a partir de que este grupo, ordenadamente constituido y bajo el mando de la Nube reorganizaron a la población, basados en los atributos de cada uno, conforme a los registros previamente obtenidos de cada uno.


Spacedreamer

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Prólogo. Situados en la era de la tecnología, en un tiempo en el que la totalidad de naciones del planeta tienen acceso a Internet, no hay...