Objetos

Clases o módulos, son esos bloques de programación que me tienen agobiado en medio de horror a lo que probablemente venga. Se llama incertidumbre, se llama intriga, llámenle como quieran, el punto es que si no domino el tema más de lo que creo saber (por lo cual me la he pasado leyendo), no voy a conseguir nada.

Es tétrico, lo digo sinceramente, que para un empleo de recién egresado se requieran conocimientos en temas concretos (que conste que no estoy advirtiendo desconocerlo); sin embargo, como consecuencia de toda la competencia laboral que existe en el mercado del desempleo, las personas nos movemos a aprender por nuestra cuenta, a desarrollar ideas.

De la nada, he hecho algunas cosas de las que me sé feliz; incluso ya debería de tener en mi posesión un apartado en calidad de portafolio para mostrar las cosas en las que me he visto involucrado; pero no lo he hecho, y a lo que voy es, estoy proyectándome a algo que es distinto a esa otra cosa que he aprendido a hacer tantas veces, ¿me preguntan si creo ser capaz? Creo que, con mi esfuerzo cotidiano y mi forma de llevar las cosas no lo lograría, por eso estoy estudiando profundamente, me estoy quedando sin dormir y estoy rogando a Dios por ello.

Nada está escrito, y si bien a veces me cuesta un poco más comprender las cosas al inicio, porque me gusta saber a detalle la manera en la que se constituye el funcionamiento de los sistemas; sé también que una vez entendido un esquema de trabajo o una rutina de desarrollo, lo hago sin ningún problema.

Hay quienes saben desde que llegan y se montan en ese papel, yo sé que nunca termino de aprender, por lo que me agrada ser humilde nutriendo mi ser poco más cada día de experiencia y conocimiento con el único objetivo de no dejar de mejorar.

En fin, le he dado vueltas a lo que quería confesar: Hoy, entrada la noche, voy a realizar la primera entrevista, Dios me ayude a que sea bien recibida y que me sea posible conseguir el puesto.

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